domingo, 30 de junio de 2013

Búscame

Cuando te apetezca, cuando notes que me echas de menos, cuando te mueras de ganas de tenerme a tu lado. Cuando no tengas a nadie que te diga un “te quiero” como yo, de los sinceros. Cuando eches en falta las risas, las sonrisas, las caricias que erizan la piel, las conversaciones sin rumbo, los abrazos inesperados y las locuras. Cuando necesites alguien que te sorprenda, cuando te des cuenta que nadie más tiene esos detalles contigo. Cuando quieras que te digan lo especial que eres, lo bonita que es tu sonrisa, lo bien que lo estás haciendo y lo guapa que estás cuando te concentras y cuando te desconcentras. Cuando quieras que alguien te motive y te anime a seguir adelante. Cuando mires el móvil esperando una llamada que no llega, cuando salgas y sin darte cuenta me busques con la mirada entre la gente. Cuando mis ojos felinos ya no te pidan guerra. Cuando las discusiones sean aburridas y los días rutinarios. Cuando las canciones carezcan de significado y las palabras no tengan sentido. Cuando recuerdes los buenos momentos y te arrepientas de no tenerlos ahora conmigo. Cuando eches de menos todo eso, entonces, búscame.


Te voy a decir algo

Mi vida se alistó hace rato para hacer maletas
y no será el viento quien me lleve.
Me iré sin temor, sin detenerme:
por una boca que esté lista,
por una piel que esté dispuesta,
por otras ansias que estén al tope.

sábado, 29 de junio de 2013

Ausencia

Ante todo, lo siento.
A esas personas que tanto me importáis y que he dejado bastante de lado últimamente.
Me siento en la obligación de aclararos el porqué de estar tan ausente estos días. Los motivos son simplemente que decidí encaminarme hacia la evasión y por poco hacia la autodestrucción. No se puede pretender pasar de todo cuando se está hecha mierda por dentro. Y sin embargo, al mismo tiempo he estado comiéndome mucho la cabeza, realmente por tonterías, pero me hacían estar mal. Y la gente que me conoce sabe que cuando estoy mal, me encierro en mi misma.
De modo que... lo siento, por preocuparos con mi actitud. Lo cierto es que no sé muy bien que hacer cuando me enfrento a situaciones como estas, en las que todo lo malo se te acumula, te agobias por todo y saltas a la mínima, pero la experiencia me dice que lo mejor es alejarse de todo, de lo malo para que no te afecte y de lo bueno para no afectarle tú. También sé exactamente qué personas de mi alrededor moverían montañas por mi y quien no movería ni un dedo. Gracias a los que pertenecéis al primer grupo, a los que vienen con ganas de sacarte una sonrisa y no de hundirte con más problemas. Gracias por entenderme cuando digo que no me apetece hablar.
Que sí, soy rara, pero no sé ser de otra manera y siempre es bueno sentirse comprendida. Que esas personas las cuento con los dedos de una mano y me sobran, pero me basta. No puedo deciros mucho más, simplemente que lo siento, que esto es algo pasajero y que trato de levantar cabeza. Todo objetivo que te propongas comienza dando un pequeño paso. En este caso soy yo quien debe darlo y sé que me costará. Agradeceré al que quiera quedarse a mi lado y el que venga a joder o a marear, que se vaya por donde ha venido.
Tengo ganas de volver a escribir, de distraerme, de estar motivada, pero hasta entonces creo que esto es todo lo que os puedo decir.

viernes, 7 de junio de 2013

Amor prohibido

Eres de esas pequeñas cosas que ya no pasan, 
de esas diminutas casualidades, minúsculas coincidencias, 
de esos momentos que se aparecen una sola vez en la vida 
y les da por desaparecer. 
Eres instante, eres sueños, realidad y coincidencia. 
Eres la fotografía en movimiento, tienes el arte en la sonrisa,
la danza al andar y la vida misma en tu mirar. 

Siendo consentidor conmigo mismo,
 tienes todo lo que merezco y lo que nunca podré tener."


lunes, 3 de junio de 2013

Más sombra, menos existente

Ella dijo: "Nunca dejaría de columpiarte". Sin embargo, lo hizo. 

Lo peor del caso es que la sensación que sólo ella conseguía causarme se quedó conmigo, bien clavada y no parece que pretenda abandonarme nunca. De hecho, muchas veces vuelvo a sentir sus manos balanceándome, pero son sólo un espejismo. No entiendo porque con lo lejos que está de mi, la sigo sintiendo. No entiendo porque no puedo olvidar algo que ha sido más ficticio que real. Y sobre todo no entiendo porque presiento que pierdo algo que jamás he tenido. Sigo aferrada al pasado, a un recuerdo, a ella. Pero ella me soltó y he estado esperando muchos meses su regreso, que no llega. Estaba claro, no se iba a quedar conmigo cuando ya tenia el corazón tan lejos, el pensamiento extraviado y la mirada esquiva. Yo me quedé callada, no porque no tuviera cosas que decirle si no porque fue más cómodo engañarme a mi misma. No hay más que decir, únicamente fingir una fortaleza de la que carezco. Ahora soy más sombra, menos existente. Quizás sea el momento de levantarme del columpio. Sé que fuera hay un mundo esperando por mi, pero las ganas de continuar en este lugar son demasiado grandes. Supongo que tendré que conformarme con el bonito recuerdo que me quedará cuando me gire a mirarlo y me quede embobada deseando que vuelvas, o cuando me invada la increíble sensación que tenía subida allí arriba, cuando tus manos seguían impulsándome.