Basta.
Estoy fuera.
De los recuerdos. Del pasado. Pero también estoy
perdida.
Antes
o después las cosas que has dejado atrás, te alcanzan.
Y
las cosas más estúpidas, cuando estás enamorado, las recuerdas
como las más bonitas. Porque su simplicidad no tiene comparación.
Y
me dan ganas de gritar. En este silencio que hace daño.
Basta.
Déjame.
Ponlo
de nuevo todo en su sitio. Así. Cierra. Doble vuelta de llave.
En
el fondo del corazón, allí, en aquella esquina.
Escóndelos bien, te lo ruego, donde no duelan tanto, donde nadie
pueda verlos.
Donde tú tampoco los puedas ver.
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