lunes, 22 de abril de 2013

Cosas que no se borran y regresan. Como la marea.

Basta. Estoy fuera. 
De los recuerdos. Del pasado. Pero también estoy perdida. 
Antes o después las cosas que has dejado atrás, te alcanzan. 
Y las cosas más estúpidas, cuando estás enamorado, las recuerdas como las más bonitas. Porque su simplicidad no tiene comparación. 
Y me dan ganas de gritar. En este silencio que hace daño.
Basta. 
Déjame. 
Ponlo de nuevo todo en su sitio. Así. Cierra. Doble vuelta de llave. 
En el fondo del corazón, allí, en aquella esquina. 
Escóndelos bien, te lo ruego, donde no duelan tanto, donde nadie pueda verlos. 
Donde tú tampoco los puedas ver.

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