sábado, 16 de marzo de 2013

Me has perdido para siempre


Hoy podría pensar en ti, pero no, no lo haré.
Llorar por ti, estar triste, pensarte o echarte de menos no sirve de nada.
Voy a empezar una nueva vida, en la que te excluyo por completo.
Te he dado lo mejor de mí, he compartido contigo momentos inolvidables. Te he querido, de forma subliminal. Te he regalado besos, caricias y abrazos sinceros. Te he provocado sonrisas que me hacían tremendamente feliz y también he visto como las lágrimas caían por tu rostro. He confiado en ti. Te he dado aliento, consejo, amor, comprensión, pero sobre todo, compañía. He estado a tu lado, sujetándote la mano, sosteniéndote de pie. Recordándote lo maravillosa que eres, lo mucho que vales y dándote ánimos para continuar con tu vida.
En la tormenta más dura yo he sido tu paraguas.
Pero después de todo, me he dado cuenta de que todo eso no era suficiente.
Tu vida es un caos (lo sabes) pero consentido por ti misma. No haces el mínimo esfuerzo por cambiar la situación y así te va...
¿Sabes? La gente inteligente se alejará de ti, porque no eres consciente del daño que haces arrastrando a alguien contigo hacía ese averno.
Me da mucha pena ver como te encaminas jocosamente hacia tu propio colapso.
Como te recreas en un pasado lleno de sentimientos contradictorios. ¿Masoquista? Quizás. Te crees tus propias mentiras, te aferras a lo que has vivido tiempo atrás y te auto-convences de que no volverás a sentir o a ser tan dichosa. Eres mala contigo misma. Y eso la verdad, deberías evitarlo. Pero no pienso malgastar más mis esfuerzos en tu causa perdida. Solo espero que algún día llegues a tener las cosas claras, que seas capaz de quedarte con lo bueno y dejes de atafagar a los que te rodean.
Lo que he aprendido es que el amor es cosa de dos. Hay que cuidarse mutuamente y valorarse o el tiempo acaba pasando factura.
Para cuando quieras percatarte de lo que has perdido, yo estaré riéndome de la vida y riéndome de todo esto.
No vas a encontrar a nadie como yo, quizás mejor o peor, sí, pero a nadie como yo. Y te darás cuenta demasiado tarde, cuando ya me hayas perdido para siempre.


No hay comentarios:

Publicar un comentario