Mi
mente anda aquí, yo allá.
Me
cuesta entender el mundo que me rodea.
Yo
y mis peros, yo y mis objeciones, yo y mis quebraderos de cabeza.
Yo
tan yo.
Dolor
es mi nombre, soledad es mi amiga,
y
mi corazón de porcelana que no hace más que buscarte.
¿Que
soy yo sin ti?
Déjame
soñarte, déjame abrazarte, déjame besarte.
Déjame
fijarme en lo que nunca antes se habían fijado de ti. Déjame
descubrirte.
Déjame
al menos susurrarte que te quiero, aunque después todo se desvanezca
y sólo te tenga en sueños.
Yo
tan yo.
Me
quedo a tu lado a mostrarte mi inocencia.
Conseguí
sanar con horas de silencio mi demencia y tras tanto estar mi alma en
penitencia hoy, tarde, vengo a ti, enamorada.
Aquí
para servirte amor. O aunque sea para recibir tu despedida.
Hoy
regreso al punto de partida, a ti vine a morir pasados ya los
años...y mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario