lunes, 18 de febrero de 2013

Cuando quieras algo con todas tus fuerzas, el universo entero conspirará para que lo consigas.


Corazón, cabeza, brazos y piernas, manos y pies, miembros inservibles en un mundo de pensamientos mezclados con sentimientos...
No ver, no oler, no hablar, no escuchar, no sentir... hay personas que piensan que son discapacidades, a veces pienso que sería el mayor don que se le podría otorgar a una persona.
El dolor, que surge de todos estos sentidos, no se puede curar con una simple medicina. Como antaño has de esperar a que pase y... aunque hayas curado la herida, sabes que hay posibilidades de que vuelva a doler de nuevo y quizás mucho peor que antes.
Cualquier roce, el más mínimo susurro del elemento mas delicado, podría desembocar en un mar de dolor, de sangre y de odio... sentimientos confusos, maldad saturada y elevada a su máximo exponente.
El tiempo, en definitiva, es un factor que alarga nuestro dolor a extremos inimaginables. Sencillamente, si sufriéramos todo ese dolor en un solo segundo de nuestra vida, moriríamos sintiendo el peor y el más agudo dolor que pueda existir. Tal vez nos oprimiría el pecho y no nos permitiría respirar...
Vida y espíritu, gran confusión que yace en nuestro interior. Ese bebé recién nacido, bello, limpio, angelical e inocente. Una criatura que ve en sus ojos un mundo nuevo. Desde los inicios segundos de su vida ya aprende a sufrir, con las primeras palmadas que recibe para poder aspirar su primera bocanada de aire de este mundo infecto, que más tarde pasará a ser su tumba. En dicho tiempo hasta su muerte, recorrerá todo tipo de caminos: escarpados, lisos, con o sin piedras, cuestas arriba o caídas sin fin... Se perderá entre la maraña de caminos del destino, encontrará ayuda para volver al camino que ha elegido y dependerá de él volver a perderse o levantarse, rendirse o continuar. Expirar un último aliento por una vida llena de sufrimientos y de dolor...

Cuando quieras algo de esa sucia y perra vida, anhélalo, anhélalo como si fuera el último hálito de aire que quedara en la tierra. Aférrate a esa esperanza y jamás la sueltes, porque cabe la posibilidad de perderla para siempre. No te salgas de tu camino, y si lo haces, ¡aprende! levántate y mira hacia delante. Los errores que has cometido te hacen ser como eres ahora. El pasado esta para recordarlo, el presente para vivirlo, y el futuro para esperarlo. Cuando quieras algo con todas tus fuerzas, el universo entero conspirará para que lo consigas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario