martes, 19 de febrero de 2013

Hasta que llegaste tú


El roce de tus labios de fuego
inflamó un infinito deseo
de sentirme dueña de ellos
de ser la mujer de tus sueños.

Es tu beso, ese encantador veneno
que si lo tengo, más y más quiero.
Por tu boca me pierdo
en tus ojos me encuentro.
Eres mi enfermedad y mi remedio.



No sé bien si vas a ser mi cruz
o la mejor de mis conquistas,
no se si eres error o eres virtud.
No sé, no sé que esta pasando.
Ya ves, me estoy enamorando.
Un descuido, un segundo
y mi plan perdió su rumbo.
No sé, no sé que estoy pensando
si yo no te estaba buscando.
Era dueña de mi mundo
hasta que llegaste tú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario