martes, 19 de febrero de 2013

Amiga



No puedo darte soluciones
para todos los problemas de la vida,
ni tengo respuestas para todas tus dudas y temores,
pero puedo escucharte y buscarlas junto a ti.
No puedo cambiar tu pasado, ni tu futuro
pero cuando me necesites, sabes que estaré allí, para ti.
Tampoco puedo evitar que tropieces,
pero puedo ofrecerte mi mano
para que te sujetes y no caigas
o en caso de hacerlo, para levantarte después.
Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos,
pero los disfruto sinceramente contigo
cuando te veo feliz, sonriendo.
No juzgo las decisiones que tomas en la vida,
me limito a apoyarte y a ayudarte si lo necesitas.
Tampoco puedo impedir que te alejes de mí
pero sí puedo desearte lo mejor y
esperar a que vuelvas pronto a mi lado.
No puedo evitar tus sufrimientos
cuando alguna pena te parte el corazón
pero puedo limpiar tus lágrimas y recoger los pedazos
para armarlo de nuevo y que vuelva a sentir.
No puedo decirte quién eres,
ni quién deberías ser,
pero puedo adorarte tal cual eres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario